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Mostrando las entradas de abril, 2008

Juntos y en Armonia

Y ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! (Salmo 133:1) Lo más precioso de la palabra de Dios es vivir lo que nos enseña, cuando llevamos a la práctica sus instrucciones, corroboramos cuan bello es compartir con nuestros hermanos. El día de ayer (sábado 12 de abril) disfrutamos de un día hermoso. Un obsequio de Dios; la compañía de los hermanos, la naturaleza, las frutas, la comida, la hospitalidad, etc. Ese día en la mañana cantamos varios coritos y después de una oración meditamos en la gracia de Dios que nos permitía tener tal comunión en el lugar; luego nos dispusimos a recolectar mangos, marañones, limones, castañas... mientras nos preparaban unos deliciosos chicharrones. Las conversaciones estuvieron muy amenas, recuerdos de la niñez, recuerdos de los abuelos, recuerdos de otros viajes y de otros lugares, luego e café con un delicioso queque. Y llego la hora del regreso, veníamos cargados de frutas, pero creo que la mejor provisión l

Indiferencia

Pero tú eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre. (Isaías 63:16) De los sentimientos que conocemos y reconocemos en nosotros podemos encontrar su manifestación en Dios. Si se trata de amor “Dios es amor” 1 Juan 4:8. y podemos decir que Dios se enoja y que sufre y también se goza; pero lo que no podremos encontrar en Dios es indiferencia. Dios no olvida su a creación, Dios no olvida a los suyos. No le es indiferente que su pueblo sufra, ni tampoco que su pueblo se rebele. Jesús le dice a las siete iglesia de Asia “yo conozco...” podríamos decir que él sabe muy bien lo que estamos haciendo, como iglesia y como miembro. Él no ignora lo que nos aqueja o lo que nos alegra, tampoco ignora cuando le obedecemos o cuando pecamos. Él lo sabe y tiene el pago para cada uno de nosotros “el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:” (Romanos 2:6)