Pueblo de Dios 1 Pedro 2:9-10
De
acuerdo con la enseñanza de Pedro en 1 Pedro 2:9-10, el hecho de ser criaturas
nuevas en Cristo y parte del pueblo de Dios es un gran privilegio que debería
reflejarse en nuestra forma de vida. Pedro describe a los creyentes como
"linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios" (1 Pedro 2:9).
Este
pasaje de la Escritura nos muestra que, al igual que Israel en el Antiguo
Testamento, los creyentes son llamados a ser un pueblo santo y apartado para
Dios. Este llamado conlleva un gran privilegio y responsabilidad. Como miembros
del pueblo de Dios, somos llamados a reflejar Su carácter santo y amoroso en
todo lo que hacemos.
El
hecho de ser parte del pueblo de Dios debe motivarnos a vivir de una manera que
honre a Dios y refleje Su amor y gracia hacia los demás. Debemos esforzarnos
por vivir en obediencia a Su voluntad y a Su Palabra, buscando siempre
agradarle en todo lo que hacemos.
Además,
como miembros del pueblo de Dios, tenemos el privilegio de ser coherederos con
Cristo (Romanos 8:17). Esto significa que compartimos Su herencia y Su gloria.
Debido a esto, nuestra forma de vida debe reflejar nuestra posición
privilegiada como hijos de Dios y herederos de Su reino.
El hecho de ser criaturas nuevas en Cristo y parte del pueblo de Dios
es un gran privilegio que debe reflejarse en nuestra forma de vida. Como
miembros del pueblo de Dios, debemos esforzarnos por vivir de una manera que
honre a Dios y refleje Su carácter santo y amoroso hacia los demás. Además,
debemos recordar que tenemos el privilegio de ser coherederos con Cristo y
vivir en consecuencia.
Como
nuevas criaturas en Cristo y miembros del pueblo de Dios, también somos
coherederos con Jesucristo. La Biblia nos enseña que, como creyentes en Cristo,
somos adoptados en la familia de Dios y somos coherederos con Cristo de la
herencia eterna que Dios ha preparado para Su pueblo (Romanos 8:17).
Este
es un gran privilegio y una bendición que deberíamos apreciar y valorar en
nuestra vida diaria. Ser coherederos con Cristo significa que compartimos Su
herencia y Su gloria. No sólo hemos sido salvados por la gracia de Dios, sino
que también hemos sido adoptados como hijos suyos y recibimos todas las
bendiciones y privilegios que vienen con ser parte de Su familia.
Este
privilegio también conlleva una gran responsabilidad. Como coherederos con
Cristo, debemos vivir de acuerdo con nuestra posición privilegiada en Cristo y
esforzarnos por llevar una vida que refleje nuestra identidad como hijos de
Dios y coherederos con Cristo.
Comentarios