Hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús
Texto de referencia: Colosenses 3:15-4:1
Introducción:
·
Saludo y presentación del
tema.
·
Importancia de hacer todas las cosas en el nombre del Señor
Jesús:
1.
Reconocimiento de su señorío: Hacer todas las cosas en el nombre del Señor Jesús
implica reconocer su autoridad y señorío sobre nuestra vida. En Filipenses
2:9-11, se nos dice que Dios exaltó a Jesús sobre todo nombre, para que en su
nombre toda rodilla se doble y toda lengua confiese que Él es Señor. Al hacer
todo en su nombre, estamos reconociendo su supremacía y sometiéndonos a su
voluntad.
2.
Honrar y glorificar a Dios: Hacer todas las cosas en el nombre del Señor Jesús
nos permite
honrar y glorificar a Dios en todo lo que hacemos. En 1 Corintios 10:31, se nos
insta a que, sea que comamos, bebamos o hagamos cualquier otra cosa, lo hagamos
todo para la gloria de Dios. Al actuar en el nombre de Jesús, nuestras acciones
reflejan su carácter y propósito, trayendo gloria a Dios en cada área de
nuestra vida.
3.
Testimonio y testimonio: Hacer todas las cosas en el nombre del Señor Jesús
es un testimonio poderoso para aquellos que nos rodean. En Hechos 4:12, Pedro
proclama que no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres mediante el
cual podamos ser salvos, sino solo el nombre de Jesús. Cuando vivimos y
actuamos en su nombre, estamos mostrando al mundo el poder y la salvación que
se encuentran en Él. Nuestras acciones en su nombre pueden ser una invitación
para que otros conozcan a Jesús como su Señor y Salvador.
4.
Guiados por su Espíritu: Al hacer todas las cosas en el nombre del Señor
Jesús, reconocemos nuestra dependencia del Espíritu Santo para guiarnos y
capacitar en cada aspecto de nuestra vida. En Juan 14:26, Jesús promete enviar al
Consolador, el Espíritu Santo, quien enseñaría todas las cosas y les recordaría
todo lo que Jesús les había dicho. Al vivir en su nombre, confiamos en el
Espíritu Santo para que nos guíe en la verdad (revelada por medio de los
apóstoles) y nos capacite para vivir una vida conforme a la voluntad de Dios.
·
Breve explicación del contexto de la carta a los colosenses y la
importancia de este pasaje:
La
carta a los colosenses fue escrita por el apóstol Pablo a la iglesia en
Colosas, una ciudad de Asia Menor. En esta carta, Pablo aborda varias
cuestiones teológicas y prácticas que eran relevantes para los creyentes en
Colosas.
En
el contexto de la carta, había influencias heréticas y filosóficas que amenazaban la fe y la pureza
doctrinal de los colosenses. Estas influencias incluían el legalismo, el
ascetismo y la adoración de ángeles. Pablo escribió para corregir estas ideas
erróneas y afirmar la supremacía de Cristo como el único medio de salvación y
la cabeza de la iglesia.
En
el pasaje de Colosenses 3:15-4:1, Pablo exhorta a los creyentes a vivir en unidad y
armonía, a poner su enfoque en las cosas celestiales y a vivir de acuerdo con
la voluntad de Dios en todas las áreas de la vida, incluyendo las relaciones
familiares, laborales y sociales.
Este
pasaje es relevante y significativo porque nos muestra cómo la fe en Cristo debe
tener un impacto práctico en todas las esferas de nuestra vida. Nos recuerda
que nuestra identidad y autoridad se encuentran en Cristo y que debemos vivir
en obediencia a su señorío en todo momento. Al hacerlo, experimentamos la
plenitud y la bendición que proviene de vivir en comunión con Él y ser
transformados a su imagen.
I. Vivir en paz en el nombre del Señor Jesús (Colosenses 3:15-17):
1. El
llamado a la paz en la comunidad cristiana: Colosenses 3:15 dice: "Y
la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis
llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. ". Aquí se nos insta a
permitir que la paz de Cristo gobierne nuestros corazones y a vivir en armonía
como miembros del cuerpo de Cristo. La paz es un fruto del Espíritu Santo
(Gálatas 5:22) y debemos esforzarnos por preservarla, buscando la
reconciliación y la unidad en nuestras relaciones con otros creyentes.
2. La
importancia de la gratitud y la alabanza: Colosenses 3:16 afirma:
"Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No
dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu
simiente, la cual es Cristo. ". Aquí se nos anima a permitir que la
Palabra de Cristo abunde en nosotros y a expresar gratitud y alabanza a Dios.
La gratitud nos ayuda a mantener una actitud positiva y a reconocer las
bendiciones que provienen de Dios. La alabanza nos conecta con la presencia de
Dios y nos ayuda a enfocarnos en su grandeza y fidelidad.
3. Cómo
podemos representar a Cristo en nuestras acciones cotidianas:
Colosenses 3:17 dice: "Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado
por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después,
no lo abroga, para invalidar la promesa.". Aquí se nos exhorta a que, en
todo lo que hagamos, ya sea en palabras o acciones, lo hagamos en el nombre del
Señor Jesús. Esto implica que nuestras acciones deben reflejar el carácter de
Cristo y ser consistentes con sus enseñanzas. Debemos ser testigos de Cristo en
nuestras interacciones diarias, tratando a los demás con amor, bondad, humildad
y paciencia (Colosenses 3:12-14). Al hacerlo, mostramos al mundo quién es Jesús
y cómo Él transforma nuestras vidas.
Referencias
bíblicas adicionales:
·
Mateo 5:9:
"Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de
Dios. ".
·
Efesios 4:3:
"solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;".
·
Filipenses
4:6-7: "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de
Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús".
·
1 Tesalonicenses 5:18: "Dad gracias
en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. ".
II. Relaciones en el nombre del Señor Jesús (Colosenses 3:18-4:1):
1. El
papel de la sumisión y el amor en el matrimonio:
Colosenses 3:18-19 dice: "Casadas,
estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a
vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. ". Estos versículos
destacan la importancia de la sumisión y el amor en el matrimonio. Las esposas
son llamadas a someterse a sus maridos en el Señor, reconociendo el liderazgo y
la autoridad que Dios ha establecido en el matrimonio. Los esposos, a su vez,
deben amar a sus esposas y tratarlas con amabilidad, evitando la dureza. El
matrimonio basado en el amor y la sumisión refleja la relación de Cristo con su
iglesia y nos permite ser testimonio del amor de Dios en el mundo.
2. La
responsabilidad de los padres y los hijos: Colosenses 3:20-21 afirma:
"Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres,
no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.". Estos
versículos resaltan la responsabilidad de los padres y los hijos en la relación
familiar. Los hijos son llamados a obedecer a sus padres en todo, reconociendo
que esto agrada a Dios. Por
otro lado, los padres tienen la responsabilidad de criar a sus hijos en amor y
disciplina, evitando tratarlos de manera que los desanime. El amor y el respeto
en la relación entre padres e hijos son fundamentales para el desarrollo sano y
espiritual de la familia.
3. La
relación entre los esclavos y sus amos: Colosenses 3:22-4:1 aborda
la relación entre los esclavos y sus amos en la sociedad de ese tiempo. Aunque
la esclavitud es una realidad social y cultural que ha cambiado en la
actualidad, los principios subyacentes pueden aplicarse a las relaciones
laborales en general. Los versículos exhortan a los siervos a ser obedientes a
sus amos terrenales y a trabajar de corazón, como para el Señor y no solo para
los hombres. Asimismo, los amos son llamados a tratar a sus siervos con
justicia y equidad, reconociendo que ellos también tienen un Amo en el cielo.
Estos principios nos enseñan la importancia de mantener una actitud de
integridad, diligencia y respeto en nuestras relaciones laborales.
4. Cómo
podemos honrar a Dios en nuestras relaciones personales y laborales:
Colosenses 3:23-24 dice: "Y todo lo
que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo
que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor
servís.". Estos
versículos nos animan a honrar a Dios en todas nuestras relaciones personales y
laborales. Debemos hacer todo lo que hagamos con diligencia y excelencia,
reconociendo que estamos sirviendo al Señor. Nuestro enfoque debe ser agradar a
Dios y no a los hombres. Al hacerlo, estamos glorificando a Dios y mostrando su
amor y carácter en nuestra vida diaria.
Referencias
bíblicas adicionales:
·
Efesios 5:22-33:
Versículos que amplían el papel de la sumisión y el amor en el matrimonio.
·
Efesios
6:1-4: Textos que tratan sobre la responsabilidad de los padres y los hijos.
·
Efesios
6:5-9: Pasajes que abordan la relación entre los siervos y los amos, aplicables
a las relaciones laborales actuales.
·
1 Corintios 10:31: "Si, pues,
coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios."
III. Trabajar en el nombre del Señor Jesús (Colosenses 3:23-24):
1. La
importancia de trabajar con diligencia y excelencia: Colosenses
3:23 dice: " Y todo lo que hagáis,
hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;". Este
versículo nos enseña que debemos realizar nuestro trabajo con diligencia y
entusiasmo, dando lo mejor de nosotros mismos. Nuestro enfoque no debe estar en
complacer a los hombres o buscar reconocimiento humano, sino en hacerlo como si
estuviéramos sirviendo directamente al Señor. Al trabajar con diligencia y
excelencia, estamos reflejando el carácter de Cristo y siendo testigos de su
amor y dedicación en nuestra vida diaria.
2. Reconociendo
que nuestro verdadero jefe es el Señor: Colosenses 3:24 afirma:
"sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a
Cristo el Señor servís". Este versículo nos recuerda que nuestro verdadero
jefe y supervisor es el Señor Jesús. Aunque tengamos un empleador terrenal, debemos reconocer que
nuestro trabajo es una oportunidad para servir a Dios. Él es quien nos
recompensará y nos dará nuestra herencia eterna. Al tener esta perspectiva,
podemos encontrar significado y propósito en nuestro trabajo, sabiendo que
estamos trabajando para el Señor y no solo para obtener beneficios temporales.
3. Cómo
nuestro trabajo puede ser una forma de adoración a Dios:
Nuestro trabajo no se limita a una actividad secular, sino que puede ser una
forma de adoración y servicio a Dios. Efesios 6:7 dice: "sirviendo de
buena voluntad, como al Señor y no a los hombres,". Cada tarea, sea grande
o pequeña, puede ser una oportunidad para glorificar a Dios y mostrar su amor a
través de nuestro desempeño y actitud. Al trabajar con integridad, honradez,
humildad y amor, estamos reflejando los valores del reino de Dios en nuestro
entorno laboral. Además, podemos influir positivamente en nuestros colegas y
clientes, siendo testimonios vivientes del poder transformador de Cristo en
nuestras vidas.
Referencias
bíblicas adicionales:
·
Proverbios
22:29: ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará;
No
estará delante de los de baja condición. ".
·
1 Corintios 10:31: "Si, pues,
coméis o bebéis, o hacéis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de
Dios".
·
Romanos
12:11: "En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en
espíritu, sirviendo al Señor".
Conclusión:
1.
Nuestra vida en el nombre del Señor Jesús: Filipenses 2:9-11 nos
recuerda que Dios exaltó a Jesús y le dio un nombre sobre todo nombre, para que en su
nombre se doble toda rodilla y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor,
para gloria de Dios Padre. Como seguidores de Jesús, debemos vivir nuestras
vidas en su nombre, reconociendo su señorío sobre todas las áreas de nuestra
existencia.
2.
La importancia de someter todas las áreas de nuestra vida al
Señorío de Jesús: En Romanos 14:8, Pablo nos dice: "Pues si vivimos, para
el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que
vivamos, o que muramos, del Señor somos". Esto nos enseña que nuestras vidas
deben estar completamente entregadas a Jesús. No se trata solo de rendirle el
control de algunas áreas, sino de someter todas las esferas de nuestra
existencia: nuestras decisiones, acciones, relaciones, trabajo y todo lo que hacemos.
3.
El llamado a vivir de manera que honremos y representemos a
Jesús:
En 1 Corintios 10:31, Pablo nos exhorta diciendo: "Si, pues, coméis o
bebéis, o hacéis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de
Dios". Cada aspecto de nuestra vida debe ser vivido de tal manera que
honremos a Dios y representemos a Jesús. Nuestros pensamientos, palabras y
acciones deben reflejar su amor, su gracia y su verdad.
4.
El desafío de ser testigos de Cristo en el mundo: Jesús nos comisionó en
Mateo 28:19-20, diciendo: "Id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado". Vivir en el
nombre de Jesús implica llevar su mensaje de salvación y hacer discípulos en
todas las esferas de influencia en las que nos encontremos.
En resumen, hacer todas las cosas en el nombre del
Señor Jesús implica vivir nuestras vidas de acuerdo con su voluntad y su
carácter, sometiendo todas las áreas de nuestra existencia a su señorío.
Debemos representarlo en nuestras acciones cotidianas, honrarlo en nuestras
relaciones personales y laborales, y trabajar con diligencia y excelencia para
su gloria. Que vivamos cada día en el nombre del Señor Jesús, siendo testigos
fieles de su amor y gracia en el mundo que nos rodea.
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