El ejemplo de humildad de Jesús
(Audio-Video)
Texto base: Filipenses 2:7-8 (NVI):
"Sino que se despojó de sí mismo tomando forma de
siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y al manifestarse como hombre, se
humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de
cruz!"
Meditación:
En el libro de Filipenses, el apóstol Pablo nos presenta un
poderoso ejemplo de humildad: Jesucristo. En estos versículos, se nos describe
cómo Jesús, el Hijo de Dios, se despojó de su gloria divina y asumió la forma
de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Su humildad y entrega llegaron a
tal punto que incluso se sometió a la muerte en una cruz.
Contemplar la humildad de Jesús nos desafía a examinar
nuestras propias vidas. Vivimos en un mundo que valora la grandeza, la ambición
y el poder. Sin embargo, Jesús nos enseña que el verdadero poder radica en la
humildad y la disposición de servir a los demás.
Cuando Jesús se hizo hombre, dejó de lado su posición
privilegiada para acercarse a nosotros, para entender nuestras debilidades y
sufrimientos. Él experimentó el hambre, la sed, el dolor y las tentaciones,
todo por amor a la humanidad. Su humildad no era solo una virtud superficial,
sino una actitud que emanaba de su corazón compasivo.
La humildad de Jesús también se reflejó en su obediencia
hasta la muerte. Él aceptó la voluntad del Padre celestial, incluso sabiendo
que eso implicaba sufrimiento y sacrificio. Su obediencia nos muestra que la
humildad no es solo un acto de sometimiento, sino también de confianza y
entrega total a Dios.
Al reflexionar sobre la humildad de Jesús, se nos invita a
seguir su ejemplo en nuestra vida diaria. Podemos imitar su humildad al tratar
a los demás con amor y respeto, al servir a quienes nos rodean y al renunciar a
nuestras propias ambiciones egoístas. La humildad nos permite vivir en armonía
con Dios y con nuestros semejantes.
En momentos en los que el orgullo, la ambición o la vanidad
intenten dominarnos, recordemos las palabras de Filipenses 2:7-8 y busquemos
seguir el camino de humildad trazado por Jesús. Encontraremos en la humildad
una fuente de paz, de compasión y de conexión con nuestro Creador.
Vengamos en oración ante Dios y digámosle cuanto le agradecemos por el ejemplo de humildad que
Jesús nos ha dejado. Pidamos que nos ayude a comprender cada vez más el
significado de la verdadera humildad y a ponerla en práctica en nuestras vidas.
Que nos permita ser instrumentos de su amor y servicio en este mundo. Que su
Espíritu Santo moldee nuestros corazones para que podamos reflejar la humildad
de Jesús en todo lo que hagamos. Recordemos venir a su presencia a través de nuestro
Señor y Salvador quien también es nuestro ejemplo en oración.
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