De agobios y depresiones ( Mt 11,28-30): En aquel tiempo, Jesús dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera». La realidad cruda y dura es esa: que el agobio y la fatiga están a la orden del día en los seres humanos. La vida de cada día produce estrés. Son muchos los problemas y dificultades o tropiezos a los que nos vemos obligados ir sorteando en nuestro camino. Unas veces vienen del exterior: de nuestro entorno más cercano como puede ser la familia, los amigos cuando se producen faltas de entendimiento, roces, desavenencias, incomprensiones. Otras del trabajo, donde se dan injusticias, faltas de estima, inconsideraciones, envidias, pequeñeces que de repetidas se hacen grandes y aprietan el espíritu interior de cada uno. Está también las enfermedades, la muerte, . Ot
"Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol?." (Eclesiastes 2:22)