DIOS SI EXISTE
Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba. Como es costumbre en estos casos entabló una amena conversación con la persona que le atendía. Hablaban de tantas cosas y tocaron múchos temas, de pronto tocaron el tema de Dios el barbero dijo: Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice... ¿Pero?, ¿porqué dice usted eso? - Pregunto el cliente. Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe, o digame, acaso si Dios existiera, no habrían tantos enfermos, no habría niños abandonados, si Dios existiera no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad, yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas. El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio. Recién abandonaba la barbería cuando vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo, al parecer hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado. Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero: ¿Sabe una cosa? los barberos no existen... ¿Cómo que no existen? - pregunto el barbero - Si aquí estoy yo, y soy barbero. ¡No! - dijo el cliente - No existen porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga y desarreglada como la de ese hombre que va por la calle. Ahh, los barberos sí existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí. ¡Exacto! - dijo el cliente - ese es el punto. Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia El y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria... Que Dios te bendiga!!!
Espinas en la lengua 08/01/2025 "Espinas hincadas en mano del embriagado, tal es el proverbio en la boca de los necios." Proverbios 26:9 Reflexión Este proverbio utiliza una metáfora poderosa que nos invita a reflexionar sobre la relación entre sabiduría y la capacidad de emplearla correctamente. La imagen de un embriagado sosteniendo espinas en sus manos evoca torpeza, peligro y daño. De la misma forma, cuando un necio intenta usar palabras sabias o proverbios, no solo carece de la capacidad de aplicarlos correctamente, sino que puede causar daño a sí mismo y a otros. Un proverbio, por sí solo, tiene poder cuando se entiende y se vive conforme a su significado. Sin embargo, en la boca de alguien que no busca vivir según la sabiduría de Dios, esas palabras pierden su impacto e incluso pueden convertirse en una herramienta de confusión o destrucción. Así como un hombre embriagado no tiene control sobre su fuerza o movimientos, el necio no tiene control sobre el discernimien...
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