Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén porque estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo: Es el comienzo del final, su decisión de entrega está tomada y es firme.
En Samaría no le dieron hospedaje, lo cual era considerado una grave afrenta en al antigüedad. Ello aviva una violencia enorme de los apóstoles contra sus enemigos tradicionales (con la pretendida complicidad de Dios). El ser religiosos no les evita tener tal odio... Quienes escribieron el evangelio no censuraron esta escena... ¿quizás porque en nosotros puede suceder algo similar? Nadie está exceptuado del odio. Es algo contra lo que siempre hay que luchar.
Jesús no solo sufre con paciencia la agresividad de los samaritanos... sino que incluso al día siguiente, cuando invente su parábola, pondrá a uno de ellos como ejemplo de misericordia. En realidad, el "buen samaritano" existió sólo en el relato de Jesús, y no en los sucesos de la noche anterior. Esto es libertad: no enjuiciar al otro a partir de sus comportamientos, sino darle la oportunidad de ser distinto.
Se narran luego tres ejemplos de seguimiento. En el primero Jesús remite a su propio ejemplo: no tiene casa, no mira hacia atrás, vive una inseguridad total: no posee más que su misión. Jesús nos pide disponibilidad para vivir en la inseguridad.
En el segundo Jesús se opone a algo mandado por la justicia más elemental diciendo: "deja que los muertos entierren a sus muertos". La frase es escandalosa. Los muertos se entierran unos a otros. Jesús pide coraje para cortar con el pasado. Seguirlo puede suponer en ocasiones el ser marginado.
En el tercer ejemplo tenemos alguien que se ofrece con un pero: quiere despedirse de su familia. Jesús exige una decisión indivisible e inmediata. Nada debe interponerse entre el pedido de Dios y mi respuesta. Jesús pide una decisión irrevocable.
Los discípulos querían hacer descender fuego del cielo contra los samaritanos... pero Jesús quería encender el fuego dentro de ellos.
En Samaría no le dieron hospedaje, lo cual era considerado una grave afrenta en al antigüedad. Ello aviva una violencia enorme de los apóstoles contra sus enemigos tradicionales (con la pretendida complicidad de Dios). El ser religiosos no les evita tener tal odio... Quienes escribieron el evangelio no censuraron esta escena... ¿quizás porque en nosotros puede suceder algo similar? Nadie está exceptuado del odio. Es algo contra lo que siempre hay que luchar.
Jesús no solo sufre con paciencia la agresividad de los samaritanos... sino que incluso al día siguiente, cuando invente su parábola, pondrá a uno de ellos como ejemplo de misericordia. En realidad, el "buen samaritano" existió sólo en el relato de Jesús, y no en los sucesos de la noche anterior. Esto es libertad: no enjuiciar al otro a partir de sus comportamientos, sino darle la oportunidad de ser distinto.
Se narran luego tres ejemplos de seguimiento. En el primero Jesús remite a su propio ejemplo: no tiene casa, no mira hacia atrás, vive una inseguridad total: no posee más que su misión. Jesús nos pide disponibilidad para vivir en la inseguridad.
En el segundo Jesús se opone a algo mandado por la justicia más elemental diciendo: "deja que los muertos entierren a sus muertos". La frase es escandalosa. Los muertos se entierran unos a otros. Jesús pide coraje para cortar con el pasado. Seguirlo puede suponer en ocasiones el ser marginado.
En el tercer ejemplo tenemos alguien que se ofrece con un pero: quiere despedirse de su familia. Jesús exige una decisión indivisible e inmediata. Nada debe interponerse entre el pedido de Dios y mi respuesta. Jesús pide una decisión irrevocable.
Los discípulos querían hacer descender fuego del cielo contra los samaritanos... pero Jesús quería encender el fuego dentro de ellos.
p. diego tiphaine
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