Ir al contenido principal

2 Samuel 18:1-33 RV1960

Lectura #2 para el 25 de junio del 2020    

  1- David, pues, pasó revista al pueblo que tenía consigo, y puso sobre ellos jefes de millares y jefes de centenas. 
  2-  Y envió David al pueblo, una tercera parte bajo el mando de Joab, una tercera parte bajo el mando de Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab, y una tercera parte al mando de Itai geteo. Y dijo el rey al pueblo: Yo también saldré con vosotros. 
  3-  Mas el pueblo dijo: No saldrás; porque si nosotros huyéremos, no harán caso de nosotros; y aunque la mitad de nosotros muera, no harán caso de nosotros; mas tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros. Será, pues, mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad. 
  4-  Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que bien os parezca. Y se puso el rey a la entrada de la puerta, mientras salía todo el pueblo de ciento en ciento y de mil en mil. 
  5-  Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Tratad benignamente por amor de mí al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando dio el rey orden acerca de Absalón a todos los capitanes. 
  6-  Salió, pues, el pueblo al campo contra Israel, y se libró la batalla en el bosque de Efraín. 
  7-  Y allí cayó el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y se hizo allí en aquel día una gran matanza de veinte mil hombres. 
  8-  Y la batalla se extendió por todo el país; y fueron más los que destruyó el bosque aquel día, que los que destruyó la espada. 
  9-  Y se encontró Absalón con los siervos de David; e iba Absalón sobre un mulo, y el mulo entró por debajo de las ramas espesas de una gran encina, y se le enredó la cabeza en la encina, y Absalón quedó suspendido entre el cielo y la tierra; y el mulo en que iba pasó delante. 
  10-  Viéndolo uno, avisó a Joab, diciendo: He aquí que he visto a Absalón colgado de una encina. 
  11-  Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: Y viéndolo tú, ¿por qué no le mataste luego allí echándole a tierra? Me hubiera placido darte diez siclos de plata, y un talabarte. 
  12-  El hombre dijo a Joab: Aunque me pesaras mil siclos de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; porque nosotros oímos cuando el rey te mandó a ti y a Abisai y a Itai, diciendo: Mirad que ninguno toque al joven Absalón. 
  13-  Por otra parte, habría yo hecho traición contra mi vida, pues que al rey nada se le esconde, y tú mismo estarías en contra. 
  14-  Y respondió Joab: No malgastaré mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina. 
  15-  Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle. 
  16-  Entonces Joab tocó la trompeta, y el pueblo se volvió de seguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo. 
  17-  Tomando después a Absalón, le echaron en un gran hoyo en el bosque, y levantaron sobre él un montón muy grande de piedras; y todo Israel huyó, cada uno a su tienda. 
  18-  Y en vida, Absalón había tomado y erigido una columna, la cual está en el valle del rey; porque había dicho: Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre. Y llamó aquella columna por su nombre, y así se ha llamado Columna de Absalón, hasta hoy. 
  19-  Entonces Ahimaas hijo de Sadoc dijo: ¿Correré ahora, y daré al rey las nuevas de que Jehová ha defendido su causa de la mano de sus enemigos? 
  20-  Respondió Joab: Hoy no llevarás las nuevas; las llevarás otro día; no darás hoy la nueva, porque el hijo del rey ha muerto. 
  21-  Y Joab dijo a un etíope: Ve tú, y di al rey lo que has visto. Y el etíope hizo reverencia ante Joab, y corrió. 
  22-  Entonces Ahimaas hijo de Sadoc volvió a decir a Joab: Sea como fuere, yo correré ahora tras el etíope. Y Joab dijo: Hijo mío, ¿para qué has de correr tú, si no recibirás premio por las nuevas? 
  23-  Mas él respondió: Sea como fuere, yo correré. Entonces le dijo: Corre. Corrió, pues, Ahimaas por el camino de la llanura, y pasó delante del etíope. 
  24-  Y David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya había ido al terrado sobre la puerta en el muro, y alzando sus ojos, miró, y vio a uno que corría solo. 
  25-  El atalaya dio luego voces, y lo hizo saber al rey. Y el rey dijo: Si viene solo, buenas nuevas trae. En tanto que él venía acercándose, 
  26-  vio el atalaya a otro que corría; y dio voces el atalaya al portero, diciendo: He aquí otro hombre que corre solo. Y el rey dijo: Este también es mensajero. 
  27-  Y el atalaya volvió a decir: Me parece el correr del primero como el correr de Ahimaas hijo de Sadoc. Y respondió el rey: Ese es hombre de bien, y viene con buenas nuevas. 
  28-  Entonces Ahimaas dijo en alta voz al rey: Paz. Y se inclinó a tierra delante del rey, y dijo: Bendito sea Jehová Dios tuyo, que ha entregado a los hombres que habían levantado sus manos contra mi señor el rey. 
  29-  Y el rey dijo: ¿El joven Absalón está bien? Y Ahimaas respondió: Vi yo un gran alboroto cuando envió Joab al siervo del rey y a mí tu siervo; mas no sé qué era. 
  30-  Y el rey dijo: Pasa, y ponte allí. Y él pasó, y se quedó de pie. 
  31-  Luego vino el etíope, y dijo: Reciba nuevas mi señor el rey, que hoy Jehová ha defendido tu causa de la mano de todos los que se habían levantado contra ti. 
  32-  El rey entonces dijo al etíope: ¿El joven Absalón está bien? Y el etíope respondió: Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levanten contra ti para mal. 
  33-  Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: !!Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! !!Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!  
 

Lectura #1 Lectura #3


Comentarios

Entrada más vista en el ultimo mes

A Jehová Invocaré

A Jehová Invocaré A Jehová invocaré, Él es digno de loor. Pues me salvará de los malos. Coro: Mi Dios vive Bendita sea mi roca Que el Dios que salva Sea engrandecido. ¿Quién es Dios sino Jehová? Fuera de Él que roca hay Dios es quien me ciñe de Fuerzas. A su nombre cantaré, Porque él me salvado a mí. Le confesaré ante las naciones. 👉  Bosquejos y Sermones  👉  Artículos 👉  Meditaciones y Reflexiones 👉  Planes para clases   

A Dios Demos Gloria - Letra

A Dios demos gloria, pues grande es él; Su amor es inmenso y a su hijo nos dio; Quien fue a la cruz do sufrió muerte cruel, Y así de los cielos las puertas abrió. Coro: Dad loor al Señor, oiga el mundo su voz; Dad loor al Señor, nos gozamos en Dios. Vengamos al Padre y a su hijo Jesús, Y démosle la gloria por su gran poder. Por darnos la vida su sangre vertió; Jesús al creyente es promesa de Dios; El vil pecador que a él se entregó, En ese momento perdón recibió. Dios es el maestro, potente hacedor, Y grande es el gozo que Cristo nos da; Mas nuestro asombro será aun mayor Al ver a Jesús que en su gloria vendrá 👉 Himnos y Cánticos Espirituales   👉  Bosquejos y Sermones  👉  Artículos 👉  Meditaciones y Reflexiones

Salmos 33:18

He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,  Sobre los que esperan en su misericordia (Salmos 33:18 RVR1960)

Juan 14:3 (RVR1960)

Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. S. Juan 14:3 RVR1960

Romanos 3:3-4

¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios?   Romanos 3:3 RV1960:

Isaías 40:31

pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Isaías 40:31 RVR1960

Ezequiel 36:26 RVR1960

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Ezequiel 36:26 RVR1960 Antorcha Bíblica 2020...

7 - Confío en ti Señor - Letra

Confío en ti Señor Quiero decirte mi buen Señor, Que en los días tristes y de más dolor, Confío en ti, Confío en ti, En el amor que me prometiste En la vida eterna do sé que existes Confío en ti, confío en ti.   Coro : Confío en ti Señor, En el raudal de amor En tu poder y en tu salvación.   Aunque en este cuerpo que tengo ahora, No tenga vida, de todas formas; Confío en ti, confío en ti. Ni enfermedades ni los temores, Y en medio de todos mis dolores; Confío en ti, confío en ti.   Aunque otros duden de tus poderes, Y menosprecien lo grande que eres; Confío en ti, confío en ti. Porque yo sé que todo lo puedes Allí estaré cuando otros vuelven; Confío en ti, confío en ti.   Himnos y Cánticos Espirituales 👉   Bosquejos y Sermones  👉   Artículos 👉   Meditaciones y Reflexiones 👉   Planes para clases 

Salmos 28:7 - meditación

Salmos 28:7   Jehov á es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.   Por más que nos guste la autonomía o el poder hacer la cosas por nuestra propia cuenta, que a veces simula ser lo mismo, lo cierto es que dependemos del suministro de alguien más en determinadas situaciones de la vida.   I. Fortaleza y escudo a. Dios es ambas cosas b. Valiéndonos de la versión de la Reina Valera de 1960, tomaremos la parte de la “fortaleza como la protección que se da a todo un pueblo, la comunidad o si se quiere, la familia                        i.    Pero también le podemos tomar como esa protección personal, es protección que nos da Dios de forma individual Él es el ESCUDO. II.     Los resultados a. La evidencia dice que confiar en Él siempre será bueno. Y esto es siempre conforme a su propósito b. Su ayuda es y será para llevarnos a su gloria, el auxilio es constante y permanente.

Romanos 2:10,11

pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios. Romanos 2:10‭-‬11 RVR1960